«Lo he hecho todo a propósito pero estoy hasta el moño del gato», Ena Cardenal de la Nuez


Por tu trayectoria profesional, podemos apreciar que te dedicas, sobre todo, al diseño editorial. ¿Por qué aceptas el encargo de realizar el cartel de la Feria del Libro de Madrid 2017?
Hago de todo, como la mayoría de los diseñadores gráficos. Y cuando me llaman para encargarme algo, no sólo me pongo muy contenta, sino que tengo la costumbre de decir que sí.
En algunos medios y sobre todo en redes sociales, se ha criticado el cartel por ser «poco serio», «infantil» o «naif» o por la «mala» jerarquización de los elementos del cartel. ¿Cómo interpretas estas críticas? ¿Qué les dirías si tuvieras la oportunidad de responderles?
Muchas de las críticas que se le han hecho al cartel son del tipo: «A mí me enseñaron en la escuela que había que hablar de jerarquía en las informaciones», o «a mí me dijeron que si dibujas, tienes que dibujar bien», y yo no lo veo así.
La Feria del Libro de Madrid es una fiesta popular, que además se celebra coincidiendo con esos pocos días al año en los que la ciudad resulta meteorológicamente encantadora: ha pasado el frío y todavía no hace un calor espantoso. Mis clientes son esos miles de madrileños que acuden en masa cada año: gente mayor, pequeña, familias, parejas, amantes, amigos… Con ese público objetivo en la cabeza me pasé cinco meses trabajando, y diseñé unos doscientos carteles. Al final, de los que quedaron finalistas, dos estaban en la línea de lo que suelo hacer, y que estética y conceptualmente me chiflaban. Y, por supuesto, estaba el gato desde el principio y al que le di millones de vueltas.
Durante meses torturé a familia, amigos y conocidos. El gato siempre ganabaal resto por mayoría absoluta. Esa mayoría era como la gente que va a la Feria: mis clientes. También votamos en la Feria del Libro y entre todos elegimos al gato.

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